En el día a día de las comunidades de propietarios pueden ser muchas las ocasiones en las que puede aparecer un gasto imprevisto: la instalación de un ascensor, el arreglo de las zonas comunes o la rehabilitación de la fachada.

En todas estas ocasiones o en las que surjan, si la comunidad de vecinos no tiene fondos suficientes, deben establecer una cuotas extraordinarias, conocidas como las derramas. 

En la mayoría de casos, estas cuotas son temidas por los vecinos por su elevado coste y eventualidad.

Derramas en las comunidades de propietarios: todos los detalles

Es importante saber que cualquier derrama debe ser aprobada por la Junta de Propietarios, normalmente en una reunión de vecinos extraordinaria y en la que la mayoría simple de los vecinos aprueben las cantidades, tiempos de pago y destino de las cantidades que se acuerden.

En la Junta de Vecinos se debe informar a todos los propietarios afectados de la situación que justifica la necesidad, aportando los necesarios informes técnicos o ideas de presupuestos para el arreglo o instalación que permitan tomar decisiones, fijando cuantías de las cuotas extras.

Lo más corriente en las comunidades es que todos los vecinos paguen las mismas cantidades y este dinero vaya destinado en exclusiva al fin por el que la derrama ha sido aprobada.

Si tras pagar las cuotas previstas, existe un excedente de dinero, será la Junta de Vecinos la que vuelva a reunirse y elija qué destino deben tener los fondos sobrantes: si pasa a formar parte del dinero de la comunidad o se devuelven las cantidades a los propietarios.

Obligaciones de los vecinos en las comunidades de propietarios con las derramas

Cuando los vecinos aprueban una derrama, estos pagos afectan y obligan a todos ellos, incluso a los que no fueron a la Junta ni votaron, a realizarlos en igualdad de condiciones y plazos para no poner en riesgo la estabilidad financiera de la comunidad.

Los vecinos que no estén conformes únicamente pueden recurrir a la vía judicial para impugnar la decisión de los vecinos. En el caso de los vecinos que se nieguen a realizar el pago, estos vecinos automáticamente se convierten en morosos y las comunidades de propietarios podrán actuar contra las personas que cuenten con impagos, abriendo los procedimientos judiciales que sean necesarios.

La fijación de cuotas extraordinarias en las comunidades de propietarios, en definitiva, suelen producirse al no contar con fondos suficientes y así poder solventar cualquier imprevisto que pueda surgir. Las derramas, siempre temidas en las comunidades de propietarios, pueden llegar a provocar problemas al estar en desacuerdo algunos vecinos sobre el pago de las cantidades acordadas. Conoce cómo afecta la decisión de aprobar unas derramas a los vecinos que no están de acuerdo con ellas.