Antes de empezar a tratar esta cuestión en detalle, ha de tenerse en cuenta que normalmente todo esto viene regulado con base en normativas locales. Esto quiere decir que cada municipio establece los detalles concretos. Sin embargo, sí se puede afirmar que hay algunos elementos básicos o comunes a todo vado o entrada y salida de vehículos.

¿Qué define exactamente a un vado?

En general, el término vado es la parte de la acera que está rebajada al nivel de la calzada para facilitar a los coches su entrada a los locales o garajes de la planta baja de los edificios. Sin embargo, además de eso, es también una licencia otorgada en el ayuntamiento que permite a un particular prohibir que se aparque frente a la entrada de su propiedad.

Así, puede solicitar al ayuntamiento del municipio una licencia de vado permanente, con la que estará prohibido aparcar todos los días de la semana a todas las horas el día. Quedan señalizados por una placa oficial, así como por la pintura amarilla en la acera.

¿Y a una entrada y salida de vehículos?

Por otro lado, la entrada y salida de vehículos es la licencia que se solicita a un ayuntamiento para que permita que un coche pase por encima de terreno municipal para acceder a una determinada propiedad. Es decir, es un pago que hay que hacer para que el ayuntamiento permita que un coche pise la acera, que es propiedad municipal.

El elemento común: las tasas o impuestos

Todo lo dicho hasta este punto se entiende de mejor manera si se comprende que el elemento común a ambos conceptos es el pago de un impuesto o tasa.

Así, si se quiere acceder a un garaje sin que un coche ajeno aparque frente a la puerta, se ha de pagar la tasa de vado. Además, si para entrar a ese garaje o local hay que pisar la acera municipal, entonces hay que pagar la tasa de entrada y salida de vehículos.

Con ejemplos todo se entiende mejor. Si se tiene un garaje pero solo se paga la tasa de entrada y salida y no el vado, entonces un coche ajeno podría legalmente bloquear la entrada, aunque se tenga licencia para pisar la acera con el vehículo.

Si, por el contrario, se paga la licencia de vado pero no la de entrada y salida, entonces ningún coche podrá bloquear la puerta del garaje, pero la policía podrá sancionar el hecho de que, para entrar en el garaje, se pise la acera pública.

En conclusión, ya se puede decir que se conocen los detalles concretos del vado y de las entradas y salidas de vehículos. Se ha podido ver también la importancia que en estos supuestos tiene, precisamente, el conjunto de tasas e impuestos que hay que pagar.