El uso de los trasteros según la Ley de Propiedad Horizontal (LPH) tiene muchas vertientes legales que hay que conocer. De esta forma, las comunidades de vecinos podrán actuar correctamente y evitar posibles sanciones administrativas.

Qué hay que saber sobre los trasteros según la LPH

La LPH y el uso de los trasteros puede parecer algo obvio, pero no lo es. La legislación deja claro que estos lugares están destinados a guardar todo tipo de objetos personales que no conlleven ningún tipo de riesgo para la salud de los vecinos. En algunas ocasiones, puede ser motivo de conflicto entre las diferentes familias. A no ser que el Estatuto de la Comunidad diga lo contrario, no se podrá usar para otro fin.

¿Se puede vivir en un trastero?

En este sentido, no se puede vivir en un trastero, ya que no cumple con el Código Técnico de la Edificación, ni tampoco con ningún tipo de normativa de planeamiento urbanístico.

¿Otros posibles usos?

Adicionalmente, tampoco se podrá usar como cocina, despacho, almacén o discoteca, ni tampoco para otro fin que no sea el de guardar objetos personales.

Quién asume la luz de los trasteros

El pago de la luz de los trasteros según la LPH corresponde a la comunidad de vecinos, ya que está conectado a la electricidad. Por este motivo, es de vital importancia respetar los usos permitidos. Si se usara como frigorífico, la factura de la luz subiría y habría vecinos que estarían pagando por el uso individual de una persona que busca mantener fríos ciertos alimentos.

La normativa básica del uso de los trasteros pasa por no incluir un aparato eléctrico que tenga un uso continuado, ni tampoco almacenar productos que puedan ser tóxicos. Asimismo, tampoco puede utilizarse para la reparación de ningún vehículo, ya que hay peligro de que se viertan líquidos inflamables. Tampoco puede usarse como espacio de uso recreativo o de ocio, como por ejemplo un gimnasio.

En este sentido, debe reservarse para guardar libros, apuntes que ya no se usa, herramientas o accesorios deportivos como pueden ser bicicletas, esquís, colchonetas de playa o patines. De esta manera, no ocuparán espacio en la vivienda.

También te puede interesar leer el artículo “Qué cubre el seguro de comunidad del robo de trasteros”.

Como conclusión, el uso de los trasteros según la LPH (LPH trasteros) está perfectamente definido. Su conocimiento por parte de la comunidad de vecinos es absolutamente primordial para evitar cualquier problema de convivencia o de tipo administrativo.