Es algo bastante común que en una comunidad de propietarios se produzcan atrancamientos en la red de pluviales de manera recurrente inundando zonas comunes, sótanos o garajes.

Un motivo puede ser que el entronque del albañal de la edificación no tenga prácticamente resalto con respecto al colector visitable de la red de alcantarillado, por lo que se produce una confluencia a la misma altura del vertido de la edificación con el caudal que fluye por la red.

Es necesario que el albañal tenga un resalto, con respecto al paso de registro de la red de alcantarillado.

Otras causas pueden ser que no existan suficientes sumideros ejecutados para poder asumir la cantidad de agua pluvial que se pueden evacuar en determinada superficie (suele ser un sumidero por cada 100 m2) o que no estén bien ejecutadas las pendientes, dotándolas de suficiente inclinación para que el agua discurra hacia el desagüe (al menos un 0,5% o 1% de pendiente).

Estas deficiencias las suelen conocer las promotoras, sobre todo cuando son los propios administradores de las fincas, quien acostumbran a comunicarles inmediatamente las incidencias (sobre todo en los primeros tiempos de iniciarse la comunidad,  pues la promotora sigue siendo propietaria de muchos elementos aún no vendidos).

Aunque los atascos con entradas de agua e inundación de garajes se suelen producir con una caída masiva de agua por tormentas de gran magnitud, lo cierto es que seguramente se deban a un defecto constructivo.

Por lo que, si quieren reclamar esos daños constructivos, la comunidad de propietarios debe encargar un informe pericial para que un perito experto determine la verdadera causa y, posteriormente, y en su caso,  que abogados especializados en ese tipo de reclamaciones, demanden a los responsables.